Revelan pasado Nazi de dinastía empresarial alemana Reimann, dueña de Krispy Kreme, Schweppes» y «7up

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ARCHIVO - Sede del fabricante de café Jacobs Douwe Egberts, propiedad de la dinastía empresarial Reimann, en la ciudad alemana de Bremen. Foto: Carmen Jaspersen/dpa

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Berlín/Mannheim, 24 mar (dpa) – Durante el nazismo se registraron casos de violencia y abusos contra trabajadores forzados en los talleres y la residencia privada de una de las dinastías empresariales más famosas de Alemania, según difundió hoy el periódico «Bild am Sonntag».

Se trata de Albert Reimann padre e hijo, nazis convencidos y antisemitas que sacaron fuerte provecho de la Segunda Guerra Mundial, de acuerdo con las pesquisas realizadas por el rotativo.

La dinastía de empresarios Reimann es considerada una de las familias más ricas de Alemania y cuenta con numerosas participaciones en empresas que poseen conocidas marcas mundiales, entre estas, Krispy Kreme Doughnuts, Clearasil y Panera Bread.

Allegados a los herederos Reimann confirmaron hoy el reporte y señalaron que hace tres años fue encomendada a un historiador independiente la investigación completa del capítulo nazi de la historia de la empresa.

«Estamos aliviados de que esto haya salido ahora a la luz», dijeron al ser consultados.

Peter Harf, presidente del holding familiar JAB y confidente de la familia, declaró al dominical: «Reimann senior y Reimann junior fueron culpables. Ambos empresarios violaron la ley y en realidad deberían haber ido a la cárcel».

El historiador económico Paul Erker, de la Universidad de Múnich, presentó hace pocas semanas el resultado provisional de sus investigaciones a cuatro hijos de los Reimann y a un nieto, así como a él mismo, comentó Harf.

«Cuando el profesor Erker presentó su reporte nos quedamos mudos. Nos avergonzamos y nos pusimos blancos como el papel. No hay nada que disimular. Estos crímenes son repugnantes», manifestó.

Harf anunció que se donarán 10 millones de euros (unos 11,3 millones de dólares) a una organización aún por determinar. Se prevé que los resultados de estudio sobre el pasado nazi de la empresa sean presentados el año próximo.

Los orígenes de esta dinastía se remontan a mediados del siglo XIX, cuando Johann Adam Benckiser y Karl Ludwig abrieron en Ludwigshafen una fábrica química.

Por eso la familia aún cuenta con una participación en la empresa de bienes de consumo masivo Reckitt Benckiser, que fabrica productos como el detergente para lavavajillas Calgon o las cremas de limpieza facial «Clearasil».

A la cartera de empresas pertenece también la compañía estadounidense de cosmética Coty, con marcas de perfumes como «Calvin Klein» y «Gucci».

En los últimos años el jolding JAB invirtió sumas multimillonarias en compras en el rubro de la alimentación. También se involucró a nivel mundial en el mercado del café.

A través de JAB Holding controla el gigante Jacobs Douwe Egberts con marcas de café como «Jacobs», «Tassimo» o «Senseo» y cadenas de cafés como Peet’s Coffee o Stumptown Coffee Roasters.

A partir de su expansión en Estados Unidos, JAB creció hasta convertirse en un competidor de Nestlé. Asimismo incrementó su presencia norteamericana con la adquisición del fabricante de limonada Dr Pepper Snapple con marcas como «Schweppes» o «7up».

La familia Reimann poseía en 2018 un patrimonio estimado de unos 33.000 millones de euros (casi 38.000 millones de dólares), según estimaciones de la revista alemana «Manager Magazin». Se encontraba en el puesto número dos de los alemanes más ricos.

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