Fraile milanés escribió sobre América 150 años antes de la llegada de Colón
152 años antes de Cristóbal Colón ya se conocía la existencia de tierras situadas al oeste de Groelandia, revela un artículo denominado Marckalada: La primera mención de América en la zona del mediterráneo publicado en La Revista de la Sociedad para la Historia de los Descubrimientos, ‘Terrae Incognitae’.
De acuerdo con el artículo elaborado por Paolo Chiesa, profesor de Literatura Medieval de la Universidad de Milán, Italia, La Cronica Universalis, escrita en 1340 por el fraile milanés Galvano Flamma (Galvaneus Fiamma), contiene una asombrosa referencia a la tierra identificada como Marckalada, situada al oeste de Groenlandia.
Esta tierra sería identificada como el “Markland” mencionado por algunas fuentes islandesas, e identificado por los estudiosos como una parte de la costa atlántica de América del Norte, específicamente la isla de Terranova.
La referencia de Galvano, probablemente derivada de fuentes orales escuchadas en Génova, es la primera mención del continente americano en la región mediterránea y atestigua la circulación (fuera del área nórdica y 150 años antes de Colón) de narrativas sobre tierras más allá de Groenlandia.
El artículo publicado proporciona una transcripción del pasaje, explica su contexto en la “Cronica universalis”, lo compara con las otras referencias (nórdicas) de Markland y discute el posible origen de la mención de Markland por Galvano a la luz de la biografía de Galvano y de su método de trabajo.
De acuerdo con diarios españoles digitales que han hecho eco de este artículo, el fraile dominico Galvano Fiamma (Milán, 1283-1344), que durante unos años vivió en Génova y mantuvo contacto con marineros, conocía la existencia de América 152 años antes de que Cristóbal Colón llegara a este continente. La Universidad de Milán ha hecho una investigación sobre ese texto inédito y acaba de hacer público el estudio con la mención del fraile sobre América, denominándola ‘Marckalada’, una tierra más allá del océano Atlántico.
El manuscrito, subastado en Christie’s en 1996 por 14 mil 950 dólares, fue adquirido por un coleccionista estadounidense, que permitió que fuera fotografiado por la Universidad de Milán para su estudio y posterior publicación.
De acuerdo con la interpretación del manuscrito en letra gótica, que es en ocasiones de difícil comprensión: «Los marineros que surcan los mares desde Dinamarca y Noruega dicen que más allá de Noruega, hacia el norte, se encuentra Islandia. Más allá hay una isla llamada Groenlandia. Y todavía más allá, hacia el oeste, hay una tierra llamada Marckalada. Los habitantes del lugar son gigantes: hay edificios de piedras tan grandes que ningún hombre podría colocarlas, salvo que fueran gigantes muy grandes. Allí crecen árboles verdes y viven muchos animales y una gran cantidad de aves. Pero nunca ha habido ningún marinero que haya podido conocer con certeza noticias sobre esta tierra y sus características».
De esta descripción se deduce que Marckalada, es América, detalla la investigación de la Universidad de Milán, en la que colaboraron numerosos estudiantes de Literatura.
Sobre esta teoría, existen otras que dan por cierto que en torno al siglo X las costas del norte del Atlántico ya habían sido visitadas por navegantes vikingos, quienes establecieron asentamientos en algunas áreas, que incluían Groenlandia y Terranova, de lo cual han quedado rastros en narraciones de leyendas de algunas sagas nórdicas.
Por ejemplo, en la narración islandesa del siglo XIII de Eric “El Rojo”, que representa una visita a América, el héroe llega a un país densamente boscoso «lleno de animales», incluidos osos, mientras que los nativos capturados revelan que la tierra está gobernada por dos reyes.
Aun cuando se mezclan noticias con leyendas de tierras más allá de Groelandia, la narración del fraile dominico agrega las noticias sobre los habitantes gigantes de Marckalada, sin embargo, reaviva la cuestión, sobre si en Génova, antes de Colón, circulaba información sobre la existencia de tierras más allá del Atlántico, y si alguna novedad de su existencia, aunque fuera vaga, había hecho más aceptable o asumible el riesgo de la expedición de Colón de 1492.
Al respecto, el profesor Paolo Chiesa ha explicado que este hallazgo es el primer informe conocido que circula en el Mediterráneo sobre el continente americano, y si Colón estuvo al corriente de lo que sabían estos marineros genoveses, le podría haber ayudado a convencerlo para hacer su viaje a América», pues no se debe olvidar que Colón ha sido señalado por haber nacido en España, en Cataluña, Baleares, Galicia o Extremadura, y en Portugal o Córcega. Pero siempre, dentro y fuera de España, se le consideró genovés.
Además de su narración sobre Marckalada, el fraile cita a marineros que frecuentan los mares de Dinamarca y Noruega, para hacer también esta descripción de Groenlandia: Una tierra donde la gente «habita en casas subterráneas y no se atreve a hablar en voz alta ni a hacer ruido alguno, por temor a que los animales salvajes los escuchen y los devoren. […] «En esta tierra no hay trigo, ni vino, ni frutos; la gente vive de la leche, la carne y el pescado. Allí viven enormes osos blancos, que nadan en el mar y llevan a la orilla a los náufragos».
De acuerdo con el profesor Chiesa “la Marckalada a la que se refiere el fraile dominico debe ser la Markland de los vikingos y la idea de que los gigantes viven allí proviene de antiguas las leyendas nórdicas”.
Por otra parte, documentos y narraciones históricas reafirman que Cristóbal Colón se documentó ampliamente para realizar su viaje; estudió mapas, conoció de las historias de los marineros y comenzó a pensar que tenía que existir una tierra más allá y que debía ser Asia.
De esa forma preparó su viaje por el Atlántico, como el camino más breve para llegar a las Indias y cuando el 12 de octubre desembarcó en la isla de Guanahani, que llamó San Salvador, creyó que se encontraba en Asia. Y murió en 1506 con esa misma idea.
Vía:
https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/00822884.2021.1943792