Movimiento #MeeToo visibiliza acoso sexual en Twitter

Mujer viendo al horizonte. Photo by Victor Freitas from Pexels

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A través de cuentas de twitter creadas en diferentes partes del mundo y recientemente en México, todas con el prefijo @MeToo o #MeToo, diferentes sectores sociales han evidenciado el acoso que se sufre en el ejercicio de actividades profesionales académicas.

Algunas de las cuentas identificadas hasta el momento son:

@MujeresMeTooMx

@MeTooAcademicos

@MUaemex

@MeTooEscritores

@MeTooCineMx

@PeriodistasPUM

@MeTooCreativos

@metoomusicamx

@MeTooFotografos

@metooartesmx

@MeTooEmpresario

@metootechmx

@MeTooAbogadosMx

@MeTooMedicina

@MeTooActivista1

@metootuiteros

@metooteatromx

@metooartesmx

@AcosoEnLaU

@MeTooPoliticos

En cada una de estas, las mujeres y muy pocos hombres han iniciado denuncias con nombre y apellido en contra de compañeros de trabajo y jefes que han abusado de su posición para conseguir favores de tipo sexual.

Desde el anónimato se han hecho una diversidad de denuncias que van desde el acoso sútil hasta intentos de violación.

En el caso de México las cuentas  @MeTooCineMx y @PeriodistasPUM estan causando revuelo de una semana con las denuncias de acoso en los medios de comunicación, denunciado a productores, directores y jefes.

En los últimos días también se han popularizado cuentas como @MeTooAcademicos, @MUaemex se han denunciado por nombre y escuela en la que laboran a académicos mexicanos y mexiquenses.

Los movimientos han tenido repercusión y desde las cuentas oficiales de la Universidad Autónoma del Estado de México y del rector Alfredo Barrera Baca se han pronunciado solicitando que las denuncias pasen de la denuncia en medios a una denuncia de tipo penal. Cabe recordar que hace solo unos días se dio a conocer la destitución de nueve catedráticos a quienes se les comprobaron este tipo de actitudes en contra de estudiantes. 

Dónde surgió #MeeToo

Tras las denuncias de agresión sexual de varias decenas de mujeres contra el productor de cine Harvey Weinstein, miles de relatos de abuso inundaron las redes sociales bajo la etiqueta «Me too» (yo también), un movimiento que nació hace una década y en el que muchas encuentran ahora valor para hablar.

Cuando la actriz Alyssa Milano invitó a mujeres de todo el mundo a denunciar casos de abuso y acoso machista en Twitter no imaginaba que los mensajes se contarían por cientos de miles, pero tampoco sabía que esa campaña por dar voz a las víctimas la impulsó una activista llamada Tarana Burke tiempo atrás.

En 1996, mientras trabajaba en un campamento para niñas, Burke escuchó el testimonio de abuso de una niña por parte de un familiar y no pudo hacerle frente. Esa fue la chispa que prendió «Me too Movement» (Movimiento yo también), centrado en mujeres jóvenes que han sido víctimas de abuso, agresión o explotación sexual.

Más adelante, en 2006, Burke lanzó esa iniciativa como parte de la organización Just Be Inc, de la que es fundadora, y aunque principalmente se centra en «empoderar» a chicas jóvenes de color, su misión indica que abarca las personas que se identifican como mujeres y a las que consideran no tener un género determinado.

Burke, directora de programas de la organización de Brooklyn (Nueva York) Girls for Gender Equity, recibió el reconocimiento público de Milano, quien difundió en las redes sus iniciativas y consideró «descorazonadora e inspiradora» la historia que dio origen al movimiento.

En entrevista con CNN, la activista aplaudió la popularidad que ha ganado estos días «Me too» tras el escándalo de abusos sexuales del productor Harvey Weinstein, acusado en sendos reportajes de The New York Times y The New Yorker de comportamientos que van desde el acoso hasta la violación por más de 40 mujeres.

No obstante, a pesar de los beneficios de la viralidad de «Me too» -según Facebook, casi la mitad de los estadounidenses tienen un amigo que ha publicado la etiqueta- Burke se mostró preocupada por la «amplificación» de las experiencias de las víctimas.

«Me preocupa que revelen su estatus de supervivientes en masa en las redes sociales y no tengan espacio para procesarlo», dijo.

Es el caso de las actrices América Ferrera y Reese Witherspoon, que revelaron ser víctimas de abuso infantil, o Lupita Nyong’o, que reveló avances por parte de Weinstein en un editorial, y también de varias senadoras demócratas que, preguntadas por la cadena NBC, se pronunciaron sobre sus historias.

#MeToo se ha extendido a países de todo el mundo.

De acuerdo con el diario español El país, La Manda, el Yo también y, antes de estos, Mi primer acoso que se popularizó en Twitter y Facebook en América en 2016, han animado a las mujeres a romper el telón de sus secretos en países como Reino Unido, Japón, México o España.

“Movimientos que han despuntado porque los antecedentes hacen pensar a muchas mujeres que es más eficaz la denuncia pública —con la que se sienten acompañadas— que afrontar un proceso judicial que las culpabilice por cada paso que dieron”.

En México a través de El Weso, en W Radio, la antropóloga y feminista Marta Lamas reiteró que en su opinión el fin no justifica los medios, «creo que es muy importante seguir el debate sobre lo que consideramos abuso, acoso, y qué actitudes no tienen la condición de abuso sexual ni acoso, pero aguas con la manera con la que se hacen las cosas, el fin no justifica los medios, es muy importantes seguir ciertos pasos para que las denuncias sean validadas».

Señaló que el #MeToo mexicano está significando un hartazgo contra el machismo, sin embargo dijo creer que para luchar bien contra el machismo también son aliados importantes  los hombres que no son machistas, «pero que cuando ven estas denuncias hechas de esta manera yo creo que da mucho que desear y que pensar».

«Yo creo que mucho de lo que se dice ahí es verdad pero creo que no era la manera de hacerlo, que se podría haber hecho otro tipo de proceso».

Fuentes: Twitter, Reuters, Wikipedia, El Weso, El País.

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